1. El binomio fantástico: Para elegir un binomio fantástico es bueno hacerlo mediante el azar. Por ejemplo: armario y perro. Un armario por sí solo no suele hacer reír ni llorar, pero formando pareja con un perro, es otra cosa: el perro en el armario, el perro con el armario, el armario del perro, el perro sobre el armario, etc. El binomio nos puede ofrecer historias fantásticas variadas. Por ejemplo: El armario del perro me parece sobre todo una buena idea para arquitectos. Está hecho para guardar el abriguito del perro, la colección de los bozales y las correas. 2. Qué ocurriría si…: Se trata de hacernos preguntas para contar historias. Por ejemplo: ¿qué ocurriría si un hombre se despertase transformado en un escarabajo? Para formular una pregunta, es necesario elegir al azar un sujeto y un predicado. Por ejemplo, con el sujeto “ríos” y el predicado “volar” podría salir: ¿qué ocurriría si todos los ríos se echasen a volar? 3. Viejos juegos: Consiste en...